Primer sector industrial francés en términos de empleos (436 000 equivalentes a tiempo completo en 2019) y de volumen de negocios (unos 200 000 millones de euros en 2019), el sector agroalimentario cuenta con más de 16 400 empresas que representan una auténtica fuerza exportadora: los productos agrícolas y agroalimentarios representaron un excedente comercial de 8 000 millones de euros en 2021, es decir, un 109 % del nivel anterior a la crisis.
Con un volumen de negocios mundial de 930 000 millones de dólares en 2021, el segmento de productos lácteos y huevos se situó en el 4º puesto, tras los dulces y «snacks» (1 470 000 millones de $), el pan y los productos de cereales (1 120 000 millones de $) y la carne (también 1 120 000 millones de $). Si lo examinamos más de cerca, se observa un aumento del consumo de huevos: Un 91 % de franceses los consumen al menos una vez por semana (frente a un 84 % en 2019). En este contexto de crecimiento de la demanda y de mayores exigencias de los consumidores, encontrar proveedores de confianza se ha convertido en un importante reto para las industrias agroalimentarias.
Industriales agroalimentarios en busca de proveedores de confianza
La industria agroalimentaria es un sector muy sensible en lo que respecta a las compras. Rodearse de socios de confianza es una necesidad que garantiza la calidad y la viabilidad de su producción.
Del campo al plato, la trazabilidad es sumamente importante. Es la que garantiza la calidad de los productos acabados, al asegurarse del origen, del cumplimiento de las condiciones, de los tiempos entre la cosecha, la transformación, el consumo, etc. Además, las industrias agroalimentarias requieren un aprovisionamiento continuo para garantizar el correcto funcionamiento de su actividad, sobre todo en los casos de productos perecederos. La política de calidad de los socios representa igualmente un factor decisivo para garantizar esta disponibilidad a lo largo del tiempo.
Asimismo, para los clientes finales (ya sean restauradores, distribuidores o público en general), las condiciones de producción también constituyen un criterio de elección. Contar con proveedores que se comprometan a cambiar sus prácticas, en pro de una agricultura biológica o que favorezca el bienestar animal, es cada vez más esencial si queremos satisfacer las demandas de la sociedad.
Unos ovoproductos de calidad con Cocotine
Desde su creación, Cocotine se ha convertido en un proveedor de confianza para las industrias agroalimentarias. Sus 230 criadores cooperativistas trabajan a diario para producir huevos de calidad. Transformados en uno de los 6 centros de producción distribuidos en toda Francia, los ovoproductos Cocotine cumplen las normas de trazabilidad más elevadas para proporcionar unos ovoproductos franceses de calidad.
Marca de cooperativa, el sector integrado permite a Cocotine gestionar toda la producción, desde la cría de gallinas hasta el suministro de ovoproductos, lo que proporciona visibilidad sobre todo el ciclo. La ausencia de intermediarios genera una mejor trazabilidad, probada mediante métodos y certificaciones: ISO 9001 (gestión de la calidad), ISO 22000 y FSCC 22000 (gestión de la seguridad de los productos alimentarios), BRC (British Retail Consortium), etc.
El conocimiento de las necesidades industriales ha dado lugar a unos procesos probados para suministrar grandes cantidades de ovoproductos, en particular de huevos líquidos.
Nuestro compromiso a favor del bienestar animal se materializa por la eliminación programada de huevos de código 3 (cría en jaula) y por nuestra asociación con la ONG Welfarm, para mejorar las condiciones de vida de las gallinas (espacios acondicionados, jardín de invierno, posibilidad de expresar su comportamiento, etc.). Unos compromisos que los transformadores pueden destacar ante sus clientes.
Además de las industrias agroalimentarias, Cocotine suministra igualmente a los agentes de la restauración comercial y colectiva unos ovoproductos adaptados a sus necesidades diarias.