Fibra, sales minerales, vitaminas, glúcidos, lípidos… sin olvidar las proteínas. La calidad nutricional de los menúes es uno de los principales retos de los chefs de la restauración colectiva. Para superarlos, deben manejar con destreza varios imperativos:
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la calidad gustativa de los platos, para el deleite de sus comensales,
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la diversidad de las recetas, algo crucial para no cansarlos,
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la creciente popularidad de los regímenes flexitarianos y vegetarianos,
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la gestión de los tiempos, de los equipos, de las existencias, etc.
Las proteínas son parte de las necesidades básicas del organismo y, por lo tanto, uno de los pilares de la alimentación. ¿Cómo incorporarlas a los menúes de una manera sencilla? ¡Le ofrecemos algunas respuestas!
Un elemento esencial para una alimentación saludable
Las proteínas desempeñan un papel preponderante en el funcionamiento y la buena salud del cuerpo humano. Por supuesto, para los músculos, pero también para la estructura ósea, la piel y las células en general, y para los procesos fisiológicos, como la digestión, la producción de hormonas, etc. Según las recomendaciones de la OMS, las proteínas deben representar entre un 10 y un 27% de la aportación energética total, con un ligero aumento en las mujeres embarazadas o que estén dando el pecho, y en los ancianos.
Las proteínas pueden ser de origen animal o vegetal (lentejas, quinua, cereales, garbanzos, etc.). Como los comensales cada vez se preocupan más de la influencia de la alimentación sobre la salud y el medio ambiente, estamos asistiendo a una demanda cada vez mayor de alternativas a la carne (aumento del flexitarianismo y el vegetarianismo) y de productos orgánicos. El objetivo de los chefs de la restauración colectiva es ofrecer comidas equilibradas, que por lo tanto incluyan proteínas de manera imprescindible.
Proteínas vegetales y huevos, una restauración saludable y equilibrada para todos
Los huevos y los ovoproductos cubren las necesidades esenciales de proteínas, y se pueden preparar de mil maneras: como protagonistas del plato, como acompañamiento o mezclados con otros ingredientes en las preparaciones, etc. Los incorporan muchas recetas, tanto tradicionales como exóticas.
También pueden servir para complementar las proteínas de origen vegetal. Porque los cereales y las legumbres no proporcionan todas las clases de aminoácidos. Combinar estas dos categorías de alimentos no siempre es algo que se hace sistemáticamente. Debido a ello, recurrir a los huevos proporciona todos los nutrientes, y brinda diversidad a las recetas, hasta en el caso de los vegetarianos.
Huevos y ovoproductos, los aliados de los chefs a lo largo de toda la comida
Como entrante, plato principal, acompañamiento o postre, el huevo en todas sus formas enriquece los platos y los menúes. El huevo líquido y los ovoproductos elaborados permiten a la restauración colectiva renovarse día tras día, gracias a la posibilidad de acomodarlos de manera muy diversa:
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huevos revueltos acompañados por verduras de temporada como espárragos, espinacas, pimientos, etc.
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ensaladas aderezadas con huevos duros o escalfados
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bagel con huevo frito
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pastas y pasteles que preparar gracias al huevo líquido (fresco o congelado), crepes ya preparadas, etc.
Los múltiples acondicionamientos disponibles evitan cualquier desperdicio, y ofrecen una gran libertad de uso para ahorrar tiempo en la cocina.
Ricos en proteínas, los huevos y sus características nutricionales contribuyen a poder ofrecer al comensal una restauración saludable y apetitosa. Frescos o congelados (en IQF – individually quick frozen), y disponibles en versión orgánica, los ovoproductos Cocotine simplifican el día a día de los chefs de la restauración colectiva, que pueden contar con alimentos de calidad. ¡Descubra todas sus ventajas en el kit del chef calidad 100%!